martes, 29 de diciembre de 2009

El bono de Chuqui...

Los 11,5 millones de pesos que los trabajadores de CODELCO rechazaron, equivalen a 69 sueldos mínimos de $165.000.

En otras palabras, un trabajador que gana el mínimo, que no son pocos, debe trabajar 5 años y 9 meses para recibir como sueldo una cantidad similar...

Si los 11,5 millones se pagaran en 12 mensualidades iguales y sucesivas, cada trabajador recibiría, sólo por este concepto, 958.333 pesos mensuales.

Según las estadísticas de la Super de AFP, en Chile, el 87,18% de los trabajadores dependientes que cotizan en AFP, ganan mensualmente menos que esta cifra...

jueves, 24 de diciembre de 2009

Pregunta sobre la Navidad

¿Es la manera de celebrar la Navidad, hoy en día, lo que más nos acerca al espíritu del pesebre en el cual nació Jesús?

viernes, 18 de diciembre de 2009

La elección

La elección presidencial terminó con 44% para Piñera, 29% para Frei, 20 para MEO y 6 para Arrate.

La Alianza o más bien digamos, la candidatura de Piñera,se le vio celebrando hasta altas horas de la madrugada el resultado de la elección.

¿Qué pudo estar celebrando Piñera? Difícil saberlo. Podemos especular al respecto.

La prudencia aconseja no darse por triunfador aún. La falta un 6% que puede llegar a ser irremontable, no lograrlo el 17 de enero y dar paso al candidato de la Concertación. Difícil, pero nadie, en su sano juicio, se atrevería a negar la posibilidad. Aún cuando es probable que todos los dirigentes de la Alianza apuesten, en privado, al triunfo.

O tal vez, trataba de dar una imagen de triunfador, tal como trató de darla el año 2008, cuando Zalaquett logró mantener en manos de la derecha, la Municipalidad de Santiago. Recordemos que, en aquella elección de concejales, la alianza perdió La Florida, que era uno de sus chiches, y logró mantener Santiago. Sin embargo, por la televisión y en la prensa escrita, al día siguiente, se vio a Piñera, Lavín, Zalaquett y otros próceres celebrando como si hubieran tenido un triunfo de antología. La imagen de triunfo, la derecha la ha perseguido toda la campaña, independiente si tienen o no buenas razones para celebrar.

Por último, pueden celebrar que su estrategia de darle a MEO una tribuna mayor que sus posibilidades reales, dividiría a la Concertación, haciendo muy difícil de superar la distancia en votos que alcanzaría Piñera en relación a Frei. Y aquí si tienen motivos para estar contentos.

Sobretodo que los porcentajes sumados de Frei y MEO resulta 49%. A este 49% se puede deflactar en el porcentaje que se desee, argumentando votos que nunca irían para Frei sino que son de Piñera. Aún así, el resultado al que se llega, representará una cantidad tal de votantes que la Alianza a lo más, según la historia, ha pretendido alcanzar, pero no ha logrado sobrepasar. Prueba de ello es que la Concertación obtuvo 44% en diputados y la Alianza, 43. Pero esto es sólo estadísticas…

A propósito de Enríquez-Ominami. ¿Qué logró, después de su aventura electoral?

Fue una candidatura útil a los propósitos de la Alianza y Piñera. Desde un primer momento, los minutos de cámara y los centímetros de titulares sobrepasaron, con mucho, sus reales posibilidades de éxito. La candidatura de derecha trató, durante toda la campaña, de no tratarlo mal. Los dardos que de la Alianza salían, no llevaban el mismo veneno que los dirigidos a Frei. A tal punto, que se trataba de tender puentes buscando, por parte de la derecha, puntos de contacto, entre dos candidaturas “progresistas” o que planteaban “el cambio”, marcando la diferencia con Frei y Arrate.

Pero, ¿qué cosas en comunes, en la práctica, más allá de la necesidad propagandística, tenían ambas candidaturas? MEO plantea la legalización del aborto, es partidario de la píldora del día después y de las uniones de parejas homosexuales. La Alianza no está de acuerdo con ninguno de estos puntos.

Mayor aún son las diferencias en materias económicas. MEO siempre habló de reforma tributaria, para subir los impuestos y financiar los programas sociales. Incluso, llegó a ofrecer el pago de la “deuda histórica” de los profesores, con este aumento impositivo.

Aumento contradictorio con su mayor cerebro económico, Paul Fontaine, quien, se decía, planteaba todo el programa económico de esta candidatura. En la prensa de hoy, aparece que Piñera lo llamó para participar en su comando, en la segunda vuelta. Queda la duda si el sr. Fontaine de un día para otro se dio cuenta que su lugar estaba junto a una candidatura libremercadista o si, durante toda la campaña, estuvo, sólo, en comisión de servicio al lado de MEO y ahora volvió al redil.

Partidarios de la candidatura de MEO también celebraron hasta altas horas de la madrugada. No queda claro que podrían estar celebrando en casa de otro cerebro de su comando, gran empresario, ex GAP, que hizo toda su fortuna en la sociedad más socialista del mundo…

Los dos diputados que lo apoyaron, tampoco salieron reelegidos. También se perdió su padre…

En la noche de la elección, MEO habló en su comando diciendo que no podía endosar sus votos porque respetaba a cada uno de sus electores. ¿respeto o incapacidad? Sólo está tratando de evitar un riesgo altísimo sobre el cual no tiene control. ¿Qué pasaría si apoya a Frei y este no supera el 29% inicial? O al revés: ¿apoya a Piñera y Piñera pierde la elección?.

Insistió que las candidaturas de Frei y Piñera eran candidaturas del pasado, en cambio la de él era del futuro. Su soberbia o la madurez de sus 36 años, le impedía aceptar que el 80% del electorado votamos por alguna de las candidaturas del pasado…

Tal vez su único logro fue el 20% de los votos. Todo un mérito para una candidatura que, hace un año, no existía. Y quien más se favoreció con este porcentaje fue la candidatura de Piñera.

Sólo daño para la Concertación...

Una versión siglo XXI del Cura de Catapilco…

Frei obtuvo 29% de los sufragios. El peor resultado desde el retorno a la democracia, aún cuando la Concertación sigue conformada por los mismos partidos.

El comando de esta candidatura perdió la pelea comunicacional con el candidatura de Piñera y la prensa de derecha.

La fama de candidato fome, que no sabe hablar, que no se ríe se le vino encima y no pudo sacárselo. El comando no tuvo fuerzas para dar a entender que no se trata de encontrar alguien que nos entretenga, sino de elegir al Presidente de Chile.

Tampoco fue capaz de lograr los espacios en la prensa que tenía MEO. Está claro que los medios de comunicación no ponían algún interés en dárselo. Pero, cuando generó hechos políticos, se ganó el espacio que necesitaba. La mejor muestra de esto, se dio en el primer debate televisivo, cuando Frei enrostró a Piñera el informe de Chile Transparente. Luego de este episodio el candidato de la Alianza estuvo varios días rabiando y dando explicaciones, Frei mantuvo la iniciativa mientras la pelea ocupaba todos los medios de prensa y MEO desaparecía de la acción.

Desgraciadamente, la candidatura de la Concertación no tuvo fuerzas ni iniciativas para lograr más veces este efecto…

La elección de Sebastián Bowen como vocero de la candidatura, buscando gente joven para posicionar la campaña, tampoco dio los resultados esperados.

Durante toda la campaña, los partidos políticos reclamaron que se les tomaba poco en cuenta, en relación a Océanos Azules.

Por último, la candidatura no fue capaz de “pegar” con ninguna idea-fuerza, como la teoría del cambio de Piñera o la candidatura del futuro de Meo. Frei no pudo o no quiso o no supo pararse frente al electorado y hacer un planteamiento claro y profundo respecto al Chile que su candidatura optaba y que quedaba grabado en la gente.

Y hoy tiene por delante una diferencia de 14% por remontar. ¿Será posible?

En diputados, la Concertación obtuvo 44% de los votos. Si Frei llegó a 29, ¿Dónde está el 15% restante?

Arrate aporta 6%, puesto que los candidatos comunistas iban en el mismo pacto que los partidos de gobierno. Se llega al 35%. Falta explicar la diferencia entre este 35 y el 44.

Es dable pensar que los electores de estos 9 puntos, votaron por la Concertación para diputados y por MEO para Presidente. ¿Y ahora, volverán a votar por Frei o serán votos que se irán a Piñera? No hay como saberlo, pero un poco de sentido común indicaría que, si votaron por MEO y un candidato de la Concertación, es difícil que den su voto a la derecha.

Pero queda 11% de los votos de MEO que deben partir hacia algún lado. Sobre este porcentaje se orientan ambas candidaturas para la segunda vuelta.

Piñera necesita lograr que 6 de los 11 puntos. Con esto tendría ganada la presidencia.

Frei para ganar necesitaría mantener su 29%, sumar el 6 de Arrate y el 15 de los votos para diputados que votaron por MEO y el 7 del 11% final del candidato independiente. Demasiados supuestos.

La Concertación vive hoy, su peor momento, incluido el Plebiscito del 88. Si todos los alguna vez votantes de este conglomerado, obedecen a su ADN, podrían volver a ganar…

Piñera está a un paso de la gloria. Si es capaz de darlo, será el próximo presidente de Chile.

Elección de resultado impredecible y no apta para cardíacos…

jueves, 10 de diciembre de 2009

Los entrenadores...

La Selección chilena de fútbol realizó la mejor campaña clasificatoria, para un mundial de fútbol, de su historia. Todo el mundo elogia a su entrenador, el argentino Marcelo Bielsa.

A comienzos de año, la Universidad de Chile, después de darle muchas vueltas al tema, decide traer como entrenador de su primer equipo al uruguayo Sergio Markarian. De larga experiencia dirigiendo clubes de fútbol, incluso uno de esos paraguayos que arreglaron el resultado en la Copa Libertadores para dejar fuera a los equipos chilenos.

Markarian llegó, tomó un equipo sin figuras, con lesionados, sin refuerzos de renombre, los hizo jugar en el torneo de apertura, logró entrar a los play off, llegó a la final, salió campeón y se fue…

Colo Colo en la pretemporada del torneo de clausura, también se dio vueltas para traer un nuevo entrenador. Había que reemplazar a Gualberto Jara, que había reemplazado, a su vez, al defenestrado Marcelo Barticciotto.

Hugo Tocalli llegó a comenzar el campeonato con un equipo ya armado, no eligió los refuerzos recién llegados, que no fueron pocos. Tomó lo que había, considerando una pésima campaña en el torneo de apertura. Su comienzo fue para nada auspicioso, más bien vacilante: las derrotas se acumulaban, el equipo retrocedía en la tabla de posiciones, se acercaba peligrosamente a los lugares de liguilla de promoción y el entrenador estuvo a punto de irse tan rápido como había llegado.

De pronto, el equipo empezó a ganar. Se alejó de los lugares peligrosos y logró entrar a los play off. Su carrera terminaría logrando el título después de la final con la UC.

Tres entrenadores. Extranjeros todos. Los tres llegaron, tomaron sus equipos y lograron inmediatamente su objetivo. Markarian y Tocalli en menor tiempo, porque sus campeonatos son más cortos. Bielsa, en 2 años por la forma que estaba estructurado el sistema de clasificación al Mundial. Éxito total. Vini, vidi, vinci

¿En Chile no existen entrenadores?...

lunes, 7 de diciembre de 2009

El Luminoso

Abre un poco el postigo, le pedía a mi mamá cuando apagaba la luz, luego del beso de buenas noches. Así, a través de la ventana, en un segundo piso de la primera cuadra de la calle Ahumada, se reflejaba, en la pared frente a mi cama, el neón intermitente del luminoso de una gran tienda: rojo, amarillo verde, rojo, amarillo, verde... Y, mientras escuchaba el paso de los tranvías en dirección a Mapocho e Independencia, ese rojo, amarillo, verde... era mi canción de cuna...

viernes, 4 de diciembre de 2009

¿Azar?

El miércoles se jugaron los partidos de vuelta por las semifinales del Campeonato de Clausura 2009

En el partido entre Universidad Católica y Santiago Morning, el árbitro anuló un gol de este último, aún cuando en la televisión no se puede determinar la causa de dicha anulación. En el segundo tiempo, cobró un penal a favor del conjunto cruzado que todos los comentaristas de la televisión coinciden que era, al menos, dudoso.

En el partido entre La Serena y Colo Colo, en el primer tiempo hubo dos jugadas que debieron haber sido cobradas como penal: una mano de Meléndez y un agarrón a la camiseta del rival, por parte de Olate. El árbitro Pozo las dejó pasar. Hacia el final del partido, un defensa del equipo albo, pegó un codazo, en la cara, a un delantero serenense y lo dejó sangrando, a tres metros de un guardalínea.

La ley de los grandes números nos enseña que, si existen 2 sucesos, en una muestra grande de situaciones, la probabilidad de uno u otro suceso tenderán a equipararse.

En otras palabras, todos cometemos errores. Está en nuestra naturaleza y no forma parte de nuestra voluntad. Luego, si un árbitro, en un partido, se equivoca reiteradamente y perjudica a ambos equipos, es humano y puede hablarse de azar, pero si en todas estas muestras el perjudicado es el mismo, ya el azar no corre. Tiene otro nombre…

viernes, 27 de noviembre de 2009

Lo que hay tras cada candidato...

En el caso de Piñera, están Renovación Nacional y la UDI, formando la Alianza por Chile, los que junto a otros pequeños movimientos conforman la “coalición por el cambio”.

Parecieran algo concreto y cerrado. En general, ambos partidos tratan de evitar que los conflictos, entre ellos, trasciendan a la opinión pública, y pretenden dar una imagen de unidad.

Pero, en el fondo, se presentan los viejos conflictos de los Pipiolos y Pelucones del siglo 19. Renovación Nacional, formada por antiguas familias allegadas a la propiedad de la tierra, de profunda raigambre católica, es un partido poco estructurado internamente y algo desordenado. Apoyaron al gobierno militar irrestrictamente, muchos de sus integrantes ocuparon cargos de gran importancia en el gobierno: Sergio Onofré Jarpa fue ministro del interior, en pleno período de protestas.

A su lado está la UDI, como antítesis. Partido formado por fundamentalmente por profesionales y empresarios de éxito, enriquecidos durante la dictadura, muchos de ellos. En su mayoría ostentaron cargos políticos durante aquel régimen. Muy estructurados, tratan de presentar una opinión monolítica y evitar la democracia interna. Por eso los descompuso la pretensión de Miguel Kast de sostener elecciones abiertas para la presidencia de su partido. Error imperdonable para aquellos dirigentes que piensan que el presidente del partido debe haber conocido en persona a Jaime Guzmán. Han desarrollado una fuerte base popular, producto de un trabajo serio y planificado. Pero dicha base, sólo tiene cabida como objeto de asistencia social y votación, sin posibilidades de acceso a cargos dirigentes.



A Frei lo sigue la Concertación por la Democracia. Conjunto de partidos que se unió para luchar por el no en el plebiscito de 1988. Lo conforman la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el PPD, el PRSD y otros movimientos más pequeños. Enemigos casi irreconciliables durante el gobierno de Allende, hoy son socios por más de 20 años y luchan por lograr su quinto gobierno consecutivo. Sin duda que ayudó presenciar, vivir y sufrir el horror de la represión que vino tras el golpe de estado. Hoy, como los matrimonios que han entendido que tanto la separación como la intransigencia es más espantosa que ponerse de acuerdo, han logrado superar profundos impasse. Ha sido la coalición de más larga vida en nuestra historia republicana...



Tras Enríquez Ominami, no existen estructuras ni equipos de partidos. Lo apoyan desde ex GAP, hoy acaudalados hombres de negocios, hasta economistas neoliberales que encontraron un espacio donde ser escuchados. Producto de un mal cálculo de la Concertación y la inexistencia de primarias vinculantes, detrás de este candidato, se suman aquellos electores que ven la posibilidad de protestar contra el sistema político chileno. Ya sea que no les guste la inamovilidad, transversal, de los dirigentes actuales o la arrogancia de quienes ostentan cargos directivos o desean que se produzca compulsivamente un cambio de generación y aparezcan políticos jóvenes capaces de dirigir el país. Candidatura inflada, al comienzo artificialmente, por la prensa de derecha, ha logrado trascender estos apoyos, brillar con luces propias y no necesitar, hoy, de ayuda externa para destacar y crear hechos políticos. No existe un padrón que reúna a todos estos electores. Pertenecen a segmentos ilustrados, urbanos, pero de grandes ciudades y capaces de variar su compromiso político de una elección a otra.


Arrate tiene tras de sí a la izquierda en su más pura expresión. El Partido Comunista y otros sectores postergados por el sistema binomial, hacen la fuerza para juntos poder. Con un porcentaje del electorado que ameritaba otra cosa, no han tenido participación parlamentaria, aún cuando siempre tienen algo propio que decir. Claro está que, mientras algunos sectores de derecha todavìa insisten en tratar de crear campañas de terror, los actuales militantes comunistas tiene poco que ver con aquellos militantes de los 60 o 70 o con los que, alguna vez, sufrieron “la maldita” y que soportaban estoicamente la pulla que cuando llovía en Moscú, salían con paraguas en Santiago. Es más, probablemente un joven dirigente comunista, que ni haya escuchado hablar de los crímenes de Stalin, se siente, en su casa, frente al plasma, a ver un partido de fútbol de alguna liga europea en un canal de alta definición y revise su correo cuyos mail llegan a un servidor ubicado en USA.


Lo curioso de todo lo anterior, es que la suma de los 4 grupos, no representa la población total de nuestro país…

Faltan todos aquellos que se mantienen afuera del sistema. Los que por alguna razón, poderosa y respetable por cierto, no están inscritos en los registros electorales…

Y faltan los que, según las encuestas, no responden, no saben o no quieren contestar por quien votarán. Grupo que puede tener influir significativamente en el resultado final de la elección...

Ahora si: todos estos grupos representan a Chile…

sábado, 21 de noviembre de 2009

Indecisos

En todos los escenarios que la encuesta CEP presenta, tanto en primera como segunda vuelta, el porcentaje de indecisos, de electores que no saben o no responden por quien votarán, es una cantidad tal que puede decidir el resultado de la elección en un sentido u otro.

Para el escenario de segunda vuelta Piñera-Frei, en una de las alternativas, este grupo llega a a 20%. En el caso de Piñera-Enriquez-Ominami, 28%. En los comandos descorchan champaña celebrando la posición que el candidato obtuvo o la proyección que presenta considerando las últimas encuestas, obviándolos. Y, al menos públicamente, todos evitan mencionarlos. Otorgan un sesgo de imprevisibilidad demasiado alto al resultado final.

Es dable dudar si en Chile los porcentajes de indecisos, a poco más de un mes de la elección, pueden llegar a tal cifra. En todas las elecciones de presidentes, desde 1958 a la fecha, el resultado depende de como se ha organizado la izquierda, el centro y la derecha, para ganar la elección.

Incluso, los 17 años de dictadura no cambiaron un ápice el esquema de nuestro padrón electoral: el centro y la izquierda, que representaron el no, ganaron por sobre la derecha que apoyó el sí. Desde ese momento, la Concertación, o sea los mismos que ganaron con el no, han ganado, a la derecha, las 4 elecciones presidenciales.

Tal línea de votación no se hubiera podido dar si, en nuestro país, existiera un alto índice de indecisos. Tras 19 años de democracia, deberían haberse notado. La Concertación no ha hecho gobiernos tan impecables como para que la siguieran apoyando a pie juntillas. En algún momento, deberíamos haber visto algo que rompiera los esquemas, que nos dejara a todos con la boca abierta y sin ninguna explicación. Salvo que una gran masa flotante, un día, y sin previo aviso, decidiera cambiar su voto.

De ahí, entonces, que también es dable pensar que ese alto porcentaje de indecisos ya debe tener considerado por quien votar aunque no lo reconozca. Pero las candidaturas no los pueden obviar y apuntan los esfuerzos en ganar su preferencia, aún cuando sea una lucha en vano.

¿Y qué puede influir en un indeciso para fijar su voto?

La verdad, cualquier cosa. No tiene por qué ser un acto racional o consciente.

Piñera, saltándose la fila en Pudahuel para abordar un avión, puede influir en los indecisos. Enriquez-Ominami en ENADE, hablando de un Primer Ministro para Chile o el beso lésbico en la franja televisiva de Frei, también puede influir. Arrate con su candidatura testimonial, puede ser un poderoso imán para quienes aún no han fijado posiciones.

Pero, claro, estos hechos fijan posiciones, pero no aseguran hacia donde las equilibran. Cada elector interpreta los hechos a su manera y lo que para algunos asegura el voto para la Centroizquierda, para otros, el mismo hecho, los hará votar por la derecha.

Tanto Frei, como Enríquez-Ominami presentan, en la encuesta, un porcentaje de votación menor que los porcentajes históricos obtenidos por la Concertación, desde el 90 a la fecha.

Se colige, entonces, que dentro de la masa de indecisos, existe un alto porcentaje que ya votaron alguna vez por la coalición gobernante. Está por verse cual será su comportamiento. Pueden dar el golpe a la cátedra y convertir a Piñera en el primer candidato de derecha que gana, con este único apoyo.

Pero, si los que, alguna vez, indecisos hoy, votaron por Aylwin, Frei, Lagos o Michelle Bachelet, obedecen a su ADN y reconocen fila en la Concertación, el resultado de la segunda vuelta no tendrá sorpresa alguna. Como ha sido siempre: la izquierda y el centro ganarán a la candidatura de derecha...

jueves, 19 de noviembre de 2009

El interés por la elección presidencial

En un mes se llevará a efecto la quinta elección presidencial desde que Chile recuperó la democracia, después del plebiscito de 1989.

Recién en este momento se autoriza, por ley, la publicidad electoral. Aparecen algunas paredes pintadas, algunas afiches en algunas calles y, tal vez la gran revolución de las elecciones siglo XXI, la franja electoral televisiva. Y en las noticias, vemos que uno u otro candidato recorrió tal feria libre o sostuvo una reunión en algún gimnasio municipal de pequeño pueblo.

Aparece todo como una actividad de segundo o tercer plano. En algunos casos hasta pareciera molestar o tomarse como una actividad que estamos obligados a soportar.

Pude presenciar, no es ningún mérito, sólo un problema de edad, la elección presidencial de 1970. El esfuerzo desplegado en aquella ocasión, no guarda relación alguna con el presente.

No existía un uso masivo de los medios televisivos. Tampoco existían computadores, mail o celulares. Los grandes vehículos publicitarios eran la prensa escrita y hablada. Existían comandos comunales, reparto de propaganda, rallados, participación de los estudiantes, especialmente universitarios, la ciudadanía se organizaba.

El valor del dólar paralelo, en ese tiempo la divisa tenía precio fijo, se disparó y se decía que todas las grandes inversiones, estaban paralizadas esperando el resultado de la elección del 4 de septiembre.

El ambiente estaba sobrecargado de muchas emociones, sin embargo, no tenía cabida la indiferencia.

Indiferencia que hoy pareciera ser la única emoción permitida.

Mucho se habla del millón y medio de jóvenes que no están inscritos en los registros electorales. Se tramitó en el Congreso una ley que inscribe automáticamente a todos estos jóvenes, evitándoles el trámite de inscribirse en el Registro Electoral.

Pero tras todo esto, se esconde una actitud de indiferencia de la población hacia toda la actividad política.

Nadie parece tomar el toro por las astas ofreciendo un camino que ofrezca respuestas políticas que terminen con esta indiferencia. Es como para preguntarse si esta situación se mantiene porque más de alguien se siente favorecido...

Mientras, seguiremos viendo la campaña electoral para el próximo período presidencial, en un segundo plano de las actividades cotidianas

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