martes, 20 de octubre de 2015

Un Chupete muy caro...



Hoy en la tarde, los diarios informaron que Humberto Suazo, el “Chupete”, jugador de Colo Colo había sido separado del plantel, por discrepancias con el cuerpo técnico, encabezado por José Luis Sierra.

Hace algunas semanas, el suplemento deportivo de El Mercurio, publicó el costo de las nóminas de los 16 equipos de primera división, del fútbol profesional de nuestro país.

Colo Colo es el equipo de nómina más alta. Y dentro de esta, el sueldo de Suazo es a su vez, el más alto. ¿El monto? 43 millones de pesos mensuales. Escribiré nuevamente esta cifra, para no quepan dudas: 43 millones de pesos mensuales.

Es digno de franca admiración y elogio, junto a una sana envidia, que Humberto Suazo haya llegado a esos niveles de ingresos, en el ejercicio de su profesión. Realmente, es reconfortante. Habla muy bien de él y de su dedicación al trabajo que ha realizado aquí en Chile y en México.

Sin embargo, está situación, a mi juicio, tiene una arista algo filuda

Es la del club que lo contrata. Colo Colo es una sociedad anónima deportiva, cuyos estados financieros deben ser enviados a la Súper. Está manejado por un directorio, presidido por un presidente. Las decisiones se discuten y son tomadas en votación. Debe tener gerentes en todas las áreas, incluida finanzas. 

Cuando un gerente de finanzas hace los estudios para contratar a cualquier trabajador, debe tener claro que, el aporte del trabajador a la empresa, siempre debe ser mayor que el costo que representa. Si multiplicamos el ingreso mensual de Suazo, por la duración del contrato, el costo total para el club, será algo más de mil millones de pesos.

Si se decidió esta contratación, con el directorio, con las gerencias, es porque se espera recaudar, con su presencia, una cantidad aún mayor.
En otras palabras, si a “Chupete” Suazo le pagan el sueldo indicado, ¿Cuánto se espera que aporte al club? ¿Y cómo espera que lo haga?¿Cuáles habrán sido los cálculos que permitieron dar luz verde a la contratación?

Tal vez, la venta de camisetas ayude a amortizar esta cantidad. Pero, ¿cuántas deberían venderse?

Puede que se piense que traerá más hinchas al estadio, ¿Cuántos?

Probablemente, se le fijó un determinado precio a cada gol que convierta o cada pase que haga. Pero estos aspectos no significan ingresos corrientes, salvo que, al lograr salir campeón, se salga a competir a otros países, por alguna copa internacional. Además, todos los resultados del fútbol son aleatorios, nada ni nadie puede asegurar campeonatos.

Así que no he logrado ver, con claridad, como el club podría recuperar estos montos gastados o amortizarlos, al menos, en parte.

He planteado todo esto, a fanáticos del Cacique, más entendidos que yo en finanzas, buscando una explicación.. No he obtenido  respuestas coherentes. Terminan encogiéndose de hombros…

Y ahora, resulta que “Chupete” es separado del plantel. Al “Coto” Sierra no le gustó algunas reacciones que el jugador tuvo, desde el momento que lo reemplazó, en el partido del domingo, hasta ayer que discutió con Pedro Reyes, integrante del cuerpo técnico.

El ex hispano no aceptó estas conductas y dio un golpe de timón, para mantener la disciplina dentro del plantel.

Golpe de timón  que cuesta 43 millones de pesos al mes…

domingo, 4 de octubre de 2015

A propósito del plebiscito...



Con la cercanía del 5 de octubre, me propuse escribir unas líneas atingentes al plebiscito de 1988.

Empecé varias veces. Probé distintos enfoques. Traté de hablar de todo lo que había pasado y de imaginarme el futuro. Describí el esfuerzo que hicimos esa noche, todos aquellos que estuvimos formando parte del recuento de votos del NO. Acusé, también, la larga lista de atropellos a los derechos humanos, de los desaparecidos.

En fin, una larga lista de posibilidades que no lograba hilvanar o darle un orden lógico, para expresar mis sentimientos. Porque así traté de escribirlo: no haciendo una historia de hechos, sino  de las emociones que iban apareciendo a medida que avanzaban los cómputos.

Pero, en mi mente, se entremezclaban hechos con emociones, claro indicio que se presenta cuando trato de escribir de algo que no tengo del todo superado o cerrado. Tampoco podía pasar por sobre este enredo. Y, más encima, seguía en el punto de partida: con la hoja en la pantalla, en blanco. Aún no aparecía carácter alguno.

Al final, concluí que no debía darme tantas vueltas, ir más al grano y  mejor limitarme, solamente, a expresar lo que, en el hecho, era lo medular del tema.

Y esto, eran sólo dos ideas:

La primera de ellas, era expresar la inconmensurable alegría que significó darme cuenta que no estaba equivocado, como tantas veces llegué a temerlo: la mayoría de los chilenos queríamos vivir en un país en paz y sin ataduras, que la dictadura, con sus agresividades y violencia, debía irse…

La segunda de ellas, era recordarles a quienes lo vivimos y contárselo a quienes aún eran muy pequeños o no habían nacido, que al día siguiente del plebiscito, el 6 de octubre, el sol iluminó mucho más fuerte y entibió muy profundamente el alma de todos los chilenos…

Bienvenidos

Todas las ideas, opiniones, comentarios sobre los temas aquí tratados son bienvenidos...