domingo, 19 de febrero de 2012

Reformas Laborales. España y Chile

Por toda España se multiplican las protestas de los trabajadores por las reformas laborales que intenta llevar adelante el gobierno de Mariano Rajoy.

Rajoy y el PP intentan darle “flexibilidad” al mercado laboral, que soporta, hoy por hoy, más de 20% de desocupados, disminuyendo los costos por despido a los trabajadores. Para esto, el gobierno español dictó un decreto ley que rebaja el pago de indemnizaciones por años de servicios.

Hasta hoy, un trabajador despedido según las necesidades de la empresa, recibía una indemnización de 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades. Con las nuevas disposiciones, los límites cambian a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

La eliminación de la indemnización por años de servicios, es uno de los deseos más fuertes de los partidos de derecha. Rajoy, haciendo gala de cumplir los compromisos de campaña y enfrentando la crisis económica que sufre España, apuntó a esta piedra de tope.

Se dice que la reforma implicará aumentar los despidos en las empresas en el corto plazo, pero que, sin lugar a dudas, aumentará los puestos de trabajo en el largo plazo, puesto que disminuye el costo de contratar más trabajadores.

En Chile, durante la campaña presidencial, Piñera siempre contestó vaguedades cuando se le requirió sobre el tema. Sin embargo, al día siguiente de su triunfo en la segunda vuelta de la elección, dirigentes de asociaciones gremiales de empresarios, ya anunciaban el fin de la indemnización por años de servicios.

De hecho, este ha sido un tema recurrente en la derecha chilena. Y los argumentos que se esbozan, son coincidentes con los que se esgrimen en España, ya explicados más arriba.

La diferencia reside en que Rajoy, a dos meses de haber asumido, ya le puso el cascabel al gato. Piñera lleva 2 años, la mitad de su mandato y aún no puede poner sobre el tapete su propia agenda parlamentaria. Primero, por las secuelas del terremoto y el 2011, por las protestas estudiantiles.

Rajoy debe ahora soportar estoicamente la protesta de todas las organizaciones de trabajadores. Pero está firmemente convencido que esta y otras impopulares reformas laborales, son imprescindibles para que España se recupere económicamente.

Piñera empieza los últimos 24 meses de su mandato. El “segundo tiempo” según sus propios partidarios. Está por verse si durante este período, cumple con aquellos compromisos, no dichos en debates televisivos, ni en entrevistas para la prensa, sino aquellos tomados, muy quedamente, con sus partidarios de la derecha económica, con sus compañeros de ruta, con quienes deben haber ayudado, muy generosamente, a su caja electoral. Hasta el momento no se vislumbra ni cuándo, ni por dónde...

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