Se empieza a hablar de las vacaciones de verano de vuelta del 18.

Es necesario acordar donde se tomarán y los alternativas no son pocas y todas tienen pro y contras similares lo que complica la decisión.

Pero una vez fijado el lugar, empiezan los cálculos de cuánto costará el alojamiento, si casa, departamento, hotel.

A estas cifras se suman los de el traslado. ¿Pasaje o bencina más peaje? Comprar pasaje puede determinar el arriendo de un auto en el lugar donde se irá a descansar. Ir en el auto propio, implica el esfuerzo de manejar y los gastos de peaje más lo que se pare a comer en la ruta y sumar a todo esto, el arreglo que debimos hacer para salir y que habíamos postergado varios meses.

También debe calcularse lo que se gastará en comer. Dependiendo del lugar, será necesario llevar una gran parte de los abarrotes desde Santiago, lo que tiene como consecuencia que se viaja con el auto cargado a tope. No hay como acomodarse porque se patean kilos de arroz o paquetes de tallarines, en fin. O se comprará todo en el lugar de destino con los precios recargados por la distancia a Santiago.

Una vez instalado, se deben calcular los extras. Todos aquellas visitas a la feria con los hijos o los nietos, los que estén en esa edad. Y la ida a la feria nunca es gratuita, so pena de algún escándalo infantil. Además, se debe calcular el pan de huevo, el helado o la bebida mientras nos revolcamos en la arena de alguna playa.

Y no debemos de dejar fuera de la suma, las idas a un restaurant a comer unos buenos mariscos o un pescado sumamente fresco, recién sacado del agua, si se está en la costa o a comer una buena carne si se está a la orilla de un lago sureño. 

Tampoco podemos dejar de considerar algún imprevisto o una visita inesperada. Algún amigo de los niños, pololo (preocupante) o polola (no tan preocupante) o un cuñado que no hay como echar, que no aporta nada y que duerme en la alfombra del living hasta mediodía.

A esta altura de los cálculos, hasta ese cafecito tomado en el café frente a la playa y que hemos visitado todos los años, nos parece demasiado caro.

Como resultado final, siempre, siempre, todos los años me planteo lo mismo: ¿las vacaciones son un gasto o una inversión?