Un hombre nunca podrá ponerse en el lugar, ni podrá imaginar
los sentimientos o emociones que tiene una mujer que ha sido violada y que,
produzco de esa violación, ha quedado embarazada.
Desde el punto de vista masculino, todo lo que podamos decir
al respecto, no pasan de ser discursos académicos o planteamientos escuchándose
más a si mismo que al resto o la necesidad de fijar posiciones. Podremos
solidarizar con ella, respaldarla o denostarla, pero sin imaginar lo que todo
eso significa.
Porque, claramente, la única que vive plenamente el día a
día, minuto a minuto, el momento, que soporta el recuerdo de lo vivido y la
angustia por el futuro, es la mujer que ha sido vejada. Todo lo demás está,
definitivamente, de más.
Una ley que prohíba el aborto en esas circunstancias, es
decirle a la mujer que debe asumir todo lo que la vida le traiga, aunque ella
no lo pidiera, ni deseara. Qué deberá tener a su hijo, darle las condiciones
para que crezca, alimentarlo, educarlo y soportar todos los costos económicos,
sociales, familiares, emocionales, por si sola y sin que la sociedad mueva un dedo
por ayudarla.
De las tres causales que invoca la ley que se está discutiendo
en el parlamento, actualmente, esta causa es la única que asegura que la mujer protagonista, estará siempre sola
frente a su conciencia. En las otras, peligro de la madre e
inviabilidad fetal, podrá existir, eventualmente, una pareja que comparta la
decisión. La mujer violada no tiene quien la contenga, frente a su embarazo.
Nunca he tenido participación alguna, ni directa o
indirectamente, en la decisión de efectuar un aborto. Y ojalá que la vida no me
ponga en esta situación. La encuentro dramática, destructiva, aniquilante. Todo
mi ser se rebela frente a al hecho.
Pero, si una mujer, en la situación descrita, toma la
decisión de abortar, no la condeno. Tampoco existe una manera que yo pueda
entender el proceso que seguirá su conciencia. Coincidamos, eso sí, que en ningún caso saldrá limpia. Pero respetaré su decisión, aún cuando no la
comparta.
Tal vez, le solicitaría que denuncie el hecho. Que haga lo
posible para que el causante de su drama, pague. Que se haga justicia por ella
y por el niño que no nacerá.
Que tremenda situación…