martes, 5 de enero de 2016

Viaje con olvido



Situaciones como olvidar avisarle al Ministro del Interior del viaje de la Presidente a Temuco no son gratuitas.

En algún momento de la preparación del viaje, alguien tomó la decisión de no avisar.

Si fue la Presidente, no hay mucho más que hablar. Jorge burgos no tendría nada más que hacer como Ministro del Interior. Su renuncia debería ser inmediata y el gobierno soportar todo lo que se le vendría encima, con la reacción de la DC, al respecto. En estos términos, la existencia de la Nueva Mayoría quedaría en entredicho.

Pero,  viendo las imágenes de la Presidente junto a su Ministro del Interior, posteriormente, habiendo sostenido reuniones, es dable pensar que la omisión se produjo en algún nivel subalterno

En este caso, el funcionario que tomó dicha decisión, sin tener la autoridad para hacerlo, o que, por olvido, omitió dicho mensaje, debe salir. No debería ser el caso que siguiera trabajando, después de dicha actuación.

En ambos casos, alguien debe dejar su puesto, alguna cabeza debe rodar, inexorablemente. Salvo por el hecho que aquí se trata de política.

Entonces, se convocan reuniones, se conversa, discute y, al final, logran acuerdo, ante el cual todos quedan felices. Luego, aparecen en la TV, dirigentes de gobierno y políticos, afirmando que todo fue un error y que se mejorarán los procedimientos para que esto nunca, nunca más vuelva a ocurrir.

A mayor abundamiento, anoche, todos los presidentes de los partidos que forman la Nueva Mayoría, se reunieron con los Ministros del área política. No se trata de dejar el asunto así tan ligero. Mañana o pasado, puede ser otro el partido, o alguno de sus militantes, que se vea en un problema análogo. No se puede vivir tranquilo con incertidumbres.

Con esta reunión, el tema ya empieza a quedar agotado. Sale de los titulares y es reemplazado por otras urgencias. Las miradas apuntan en otra dirección y hacia allá parte el Gobierno, los dirigentes políticos y la prensa...

Pero, en definitiva, si la sangre no llegó al río y, además, no rodó ninguna cabeza, algo debe haberse llevado la DC para su casa…

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy cierto, Max. Está claro que debió haber rodado la cabeza de la jefa de gabinete de doña Michele, que está provocando dolores de cabeza a mas de alguno desde su oficina en el segundo piso. Aunque he sabido que la señora es bastante autista y toma decisiones encerrada en su despacho, sin consultar opiniones.

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