¿Cuáles serían los escenarios, si la Democracia Cristiana,
designa a Carolina Goic su candidata a la presidencia y deciden, además, ir directamente
a primera vuelta?
Claramente, las mayores repercusiones no serían dentro del
partido, sino que afectaría a sus compañeros de ruta.
La primaria a realizar la NM, el 2 de julio, debería tener,
entonces, como candidatos a Guillier, Lagos e Insulza. Según todas las
encuestas, en este escenario debería ganar Guillier y constituirse en el
candidato de la Nueva Mayoría o, a esa altura, lo que fuera quedando de ella.
Y así, la presidencial de noviembre, como resultado de las
decisiones tomadas por los partidos de Gobierno. debería tener como candidato
al citado Guillier y a Carolina Goic.
Si suponemos que la derecha insistirá con
Piñera, la disputa entre los dos candidatos emanados de la NM, debería ser por
obtener el segundo lugar.
Hasta hoy, según las ya citadas encuestas, el candidato del
Partido Radical, apoyados por el PS, PPD, PR y PC, debería tener más votos que
los obtenidos por la senadora, cuya fuente de sufragios está dado por la
maquinaria electoral DC más todo el electorado que, después de varias elecciones
presidenciales previas, tendría un candidato que represente claramente, el
centro político.
Sin embargo, este cálculo deja afuera tres variables. La
primera de ellas es el daño que el Frente Amplio, más otras candidaturas
independientes de izquierda, puedan hacerle a Guillier. La segunda es cuánta
base del PC elegirá votar por algún candidato más a la izquierda de la NM.
La tercera es el monto de votación que Goic le arrebatará a
Guillier, cuando irrumpa como candidata. Sin duda que el nivel de intención de
votos que presenta Guillier en las encuestas, debe incluir más de un voto DC y
que se iría tras Carolina Goic.
Los meses que faltan, entonces, para la presidencial, deberían
ir agudizando las variables ya descritas. Pero, claramente, el resultado no cae
dentro de lo predecible.
Otro escenario, es que todos los partidos de Gobierno, decidan
llevar a sus candidatos a la primera vuelta. O sea, no habría primaria.
Aquí, tal vez, el más perjudicado sería Guillier, dado que el
partido Radical, que lo apoya y lo considera uno de los suyos, no presenta una
estructura partidaria que pudiera sostener el peso de una campaña presidencial.
Además, abriéndose alternativas dentro de la NM, parte de la
aceptación que hoy presenta el senador, se diseminaría ente los candidatos que
presenten el PS y el PPD.
En este escenario, con la NM dispersa en varios candidatos,
las opciones de obtener el paso a la segunda vuelta, se amplían para la
Democracia Cristiana. De hecho, este partido es el más numeroso y de mayor
representación parlamentaria y territorial dentro de la coalición gobernante. Así,
imponerse como segundo en la presidencial, sería tan sólo una consecuencia de
la decisión de competir todos contra todos, dentro de los partidos de gobierno.
El peligro a este argumento, podría venir del Frente Amplio
que, siguiendo el ejemplo de Valparaíso, logren aunar todas las candidaturas de
la izquierda que está más allá que la NM, en una primaria que decida un solo candidato
a presidente.
Podría darse el caso, que, ya lo vimos en la elección de
alcaldes, el conglomerado reunido en torno a este único candidato, logre
movilizar votos, en especial jóvenes, que no han venido sufragando en las
elecciones anteriores, que alcancen niveles de preferencias en las urnas, que
hoy no tenemos como prever, pero que podrían cambiar, drásticamente, el
escenario político en Chile.
Este escenario, claramente, presenta más alternativas de
resultados, todos posibles, dada la dispersión de votos de los partidos de
gobierno. Al ir por separado, permiten que la pelea por el segundo lugar, si es
que la derecha logra los votos para salir primera, sea a un nivel de votación
menor que si la NM se presenta unida.
La Junta Nacional de la DC
es este sábado 11. No falta mucho tiempo para tener claridad por cual escenario
seguirá la historia…
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