sábado, 11 de agosto de 2018

Cambio en Educación: Varela y Cubillos


El nombramiento de Marcela Cubillos como ministro de educación, lleva inevitablemente consigo, preguntarse cuál es el perfil que deben tener quienes son nombrados ministros.
Claramente, son políticos que cuentan, por definición, con la confianza del presidente de la república, quien los nombra por si y ante sí. Pero esta esta cualidad, no depende de ellos, Es externa a sus perfiles.

Sin duda que el ministro de energía, bienes nacionales, economía, obras públicas o educación, obedecen a distintas profesiones o aspectos de la vida cotidiana de nuestro país. Cada ministerio tiene sus propias particularidades, esferas de acción, profesionales de diferentes áreas y se esperan, por ende, resultados distintos.

Es dable esperar que el ministro de obras públicas inaugure puentes caminos, represas o poblaciones de viviendas sociales, asuntos que no se pueden exigir del ministro de educación.

Sin embargo, se le puede exigir, que tenga clara una cosmovisión de lo que el gobierno desea construir en educación, preescolar, básica, media o superior. Cosmovisión que debe incluir valores a transmitir, contenidos, evaluaciones, organigramas, manejo político para lograr los objetivos de la cartera. Debe dialogar o lidiar con profesores, alumnos, en más de algún caso con apoderados e, incluso, con los funcionarios del ministerio. Estamentos que coinciden en no tener interés alguno en escucharlo.

El ministro debe, entonces, ser capaz de tener las respuestas que necesita todo el país, aún cuando no se esté de acuerdo. Después de escucharlo, a nadie debería caberle duda, hacia dónde marchan los esfuerzos del gobierno.

Característica primordial de este ministerio. Más aún, si consideramos que el titular de esta cartera debería ser un hombre que venga del mundo de la docencia o que posea los conocimientos y tenga la experiencia en educación, para darse a entender, dentro de estos límites, ante todos los estamentos.

Gerardo Varela, prestigioso abogado, independiente pro UDI y articulista de El Mercurio. Sin duda, que asumió con sus mejores intenciones, pero no provenía del mundo político. Desconocía el comportamiento que se espera a ese nivel y su ironía lo perdió.

El presidente Piñera lo reemplazó por Marcela Cubillos. Su curriculum: militante de la UDI, diputada por dos períodos, en Ñuñoa y Providencia, y ministro del medio ambiente del primer gobierno del actual presidente, después que perdió su reelección a la cámara.

No es dable esperar de ella, una exposición sobre lo que debería ser la educación en Chile. Su mayor experiencia, al respecto, es que formó parte de la comisión de educación, mientras fue diputada.

Aunque tal vez, estamos adelantándonos a los hechos y Marcela Cubillos nos puede dejar sorprendidos por los planteamientos que haga sobre educación, cada vez que hable con la prensa. O que muestre una fuerte disposición al diálogo y una gran destreza política, cuando tenga Federaciones de alumnos gritando, en la Alameda, frente a las puertas del Ministerio.

De no ser así, podríamos pensar que su nombramiento, obedeció a otras razones. Tal vez, políticas: debía ser un militante de la UDI para mantener el equilibrio dentro del gabinete. También podrían ser de influencias familiares. O, simplemente, al presidente, se le ocurrió nombrarla a ella y lo hizo, sin otra expectativa mayor que le sea leal y capaz de blindarlo, cuando los dardos vayan dirigidos al gobierno.

Total, después de este cambio de gabinete, quedó flotando en el aire, que, frente a las variaciones sobre aceptación y rechazo, que muestran las encuestas, los ministros no son mucho más que una moneda de cambio para mantener la popularidad en la opinión pública.

No hay comentarios:

Bienvenidos

Todas las ideas, opiniones, comentarios sobre los temas aquí tratados son bienvenidos...