Deportes Temuco volvió a la primera división del fútbol
profesional chileno después de once años jugando en la B. Hoy en la tarde
derrotó 4 a 2 a Deportes Copiapó y sumó un total de puntos inalcanzable para el
resto de los equipos en competencia.
Fue el merecido premio para una ciudad y dirigentes que
hicieron un trabajo serio y responsable durante varios años, soportando vaivenes
y encabezados por Marcelo Salas.
Así que, los temucanos, tienen el derecho a
celebrar hasta que las velas no ardan, este logro…
Es el presente, el momento glorioso, de la muy larga
historia de un club que no siempre supo de victorias, sino también de
tragedias.
El fondo de la insignia de Deportes Temuco, es una cruz
verde. Este emblema representaba a un club santiaguino llamado Green Cross, que
había nacido en los albores del profesionalismo de nuestro fútbol y era tildado
como el equipo de “los pijes”.
Durante el año 1961, se desarrollaba el torneo de la Copa
Chile y a Green Cross le correspondió ir a jugar, en abril, a Osorno, contra el
representante local. De vuelta de ese partido, el equipo santiaguino abordó un
DC-3 de LAN, para volver a la capital. Nunca llegaron.
Empezó la búsqueda. Chile contuvo la respiración y empezó a rezar. Los restos del avión fueron encontrados, sin sobrevivientes, diez días después. La tragedia enlutó a todo el país y de sobremanera al fútbol chileno.
El avión se estrelló, en medio de una tormenta, contra un
cerro de la Cordillera de los Andes, a la cuadra de Curicó. Perecieron el
cuerpo técnico y todos los jugadores, con excepción de 4, que no cupieron en
ese vuelo y tomaron el siguiente, que llegó sin novedad.
Green Cross pasaba así a formar parte del selecto grupo de
equipos de fútbol, cuyos planteles han caído en accidentes aéreos. El Torino de
Italia, en 1949; el Manchester United, en 1958; la Selección de Zambia, en 1993
y Alianza de Lima, de Perú, en 1987, a quien Colo Colo le prestó jugadores para
que pudiera seguir compitiendo ese año.
El club santiaguino no pudo sobreponerse a esta situación,
pese a la ayuda de todos los otros clubes, y vinieron algunas muy desastrosas
campañas, que lo tenían al borde de descender de la Según división, desapareciendo
del profesionalismo.
Así que, debido a su historia, como una manera de mantener la categoría y
poder seguir compitiendo, se le dio la oportunidad de buscarse una sede en
provincia. Una ciudad que quisiera tener a los grandes de nuestro fútbol,
visitándola para competir con el local.
La ciudad de Temuco lo acogió. Su alcalde, Germán Becker,
vio la oportunidad y no la desaprovechó. Ya tenía un estadio, acorde con
sus posibilidades, donde podía jugarse fútbol profesional y para la ciudad,
significaría darla a conocer y que su industria turística aprovechara estos
nuevos visitantes que llegarían.
Con el tiempo, el alcalde partió a dirigir otras ciudades y
Temuco lo honró, bautizando el estadio con su nombre.
Hoy, donde se jugó el partido que subió a Deportes Temuco a
Primera División, es un estadio bicentenario recién construido, no tiene nada
que envidiarle a ninguna otra ciudad chilena y es conocido como el Germán
Becker…
El equipo, cuando llegó a la capital de Cautín, pasó a
llamarse Green Cross Temuco. Posteriormente, se llamó Deportes Temuco, nombre
que mantuvo aún después de la fusión con Unión Temuco, que había fundado Marcelo
Salas.
Así, en su camiseta lleva la insignia de la cruz verde y en
su historia, triunfos y tragedias…
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