Gran polémica
ha causado el asalto que sufrió días atrás, un cajero automático, en el Parque Arauco.
En este asalto falleció un guardia de dicho mall, que trató de repeler a los
asaltantes con una manguera contra incendios
La polémica, donde
ha hecho declaraciones el Subsecretario de Interior, se ha dado en términos si
estos guardias privados de los malls, deberían ir armados. Más guardias
armados, implican, eventualmente, más balas yendo de un lado a otro. No queda
tan claro que esta sea una solución óptima y que todos queramos.
Indudablemente,
que yendo al mall, y encontrarnos con guardias armados vigilando las
instalaciones, es una forma clara y categórica, que en una situación crítica
que no deseamos ni pedimos, podemos vernos involucrado en la línea de fuego. Y
de esta situación, no se salva nadie que ande cerca de un punto de estallido.
El banco
instala un cajero en un centro comercial, haciendo su negocio. Esto no es gratis, tiene
beneficios por esta presencia. Entonces, surge la pregunta, ¿quién debe proteger
el dinero que ahí se guarda? ¿El mall?
Recordemos que
hace más de un década, en todos los bancos, lo que separaba a los clientes de
los cajeros que los atendían, era el cajón que donde el cajero guardaba el dinero.
No había barrera alguna.
Llegó un momento,
en que los asaltos a los bancos prosperaron con tanta frecuencia y violencia,
que se llegó, incluso, en un asalto al Banco Estado del Apumanque, a
intercambiar balazos a bordo de una micro.
¿Qué hicieron,
entonces, los bancos? No aumentaron los guardias armados, sino que instalaron
barreras de vidrio blindado entre el público y los cajeros que los atendían.
Hoy, este personal del banco está aislado del resto de la instalación, mediante
una puerta que se abre con clave.
Los asaltos
terminaron.
Análogamente, cientos
de cajeros automáticos han sufrido asaltos estos últimos años. Los bancos han
creado medidas para ir armando de su propia seguridad a cada una de estas
máquinas, porque cuidarlas a todas, es imposible. El problema es que el cajero
asaltado en esta situación que comentamos, no tenía, al parecer, ninguna de
estas medidas.
Entonces,
frente al asalto en el Parque Arauco, la solución no es más guardias y armados,
sino exigirle al banco que la máquina que instale, cuente con las medidas
necesarias para evitar asaltos. Y esa exigencia debe ser con fecha tope, porque
si no, el mall seguirá expuesto y el banco no hará mucho por superarla. Total,
es altamente probable que sí, un cajero es asaltado, el dinero que el banco podría
perder, se lo reembolse alguna compañía de seguros.
Por último
señalemos que el guardia fallecido y cuya acción fue mucho más allá del
cumplimiento del deber, tenía cuatro hijos.
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