domingo, 21 de febrero de 2010

Al rojo vivo...

El partido tenía distintas aristas para sus protagonistas. Unión Española buscaba seguir peleando el primer lugar en la tabla de posiciones. Universidad Católica, en tanto, trataba de romper su racha de 2 derrotas seguidas, previo al partido en el Maracaná, el próximo miércoles, ante Fluminense por Copa Libertadortes.

Desde el comienzo la UC tuvo más la pelota, especialmente entre la mitad y los tres cuartos de cancha, aún cuando el dueño de casa la administraba con mayor soltura y llegando al arco de Toselli con mas peligrosidad e intención que su oponente.

No llamó la atención que Cordero, a los 27 minutos, abriera el marcador para los hispanos, al recibir un centro al segundo palo, de Martín Ligüera. Recibió sin marca, bajó de pecho y el zurdazo fue imparable para el golero cruzado.

Aunque la jugada más relevante del partido fue la expulsión de Miguel Aceval, por parte del juez Pozo. Más ajustada al criterio del árbitro que al reglamento, cambió, a partir de ese momento, la fisonomía del encuentro.

Unión organizó 2 líneas de cuatro y esperó al rival. Católica se adueñó del campo y la pelota, pero llegaba sólo a la entrada del área roja, debatiéndose en la duda de levantar el centro o intentar entrar combinando.

Pero Unión no se dormía. La posibilidad más clara de gol, en la segunda mitad del primer tiempo, la tuvo Ligüera a dos minutos del descanso, pero Toselli alcanzó a arañar la pelota y desviarla al corner.

El segundo tiempo mostró el mismo juego, aún cuando Católica metió a la dueños de casa más cerca de su arco. Pero oportunidades de gol más claras no llegaban. Con su principal mediocampista corriendo treinta metros con la pelota, para terminar en un pase de dos o tres, daba tiempo para que la defensa roja se organizara, tomara las marcas y diluyera los esfuerzos cruzados. Por el contrario, los contragolpes rojos, en los pies de Estévez principalmente, llegaban con mucho peligro al área rival.

A esa altura, Católica debía atacar con todo buscando el empate, pero no podía descuidar la defensa. Unión seguía defendiendo la ventaja, sin grandes sobresaltos, pero, en esas condiciones, hasta un empate podía ser un buen resultado y, por si acaso, no perder las esperanzas de asestar un contragolpe.

A los 87, el gol del empate cruzado, más que una jugada bien hilvanada, salió de un rechazo del arquero Marín que golpeó en la cara de Vranjican que estaba en el área chica, sin marca.

Mucho premio para Católica que no había mostrado un juego tan atildado que hubiera superado a la defensa roja. Poco para Unión que, a tres minutos del final y con un hombre menos durante más de una hora, veía venirse abajo sus aspiraciones de puntear la tabla de posiciones.

Pero no estaba dicha la última palabra: a los 90 segundos de los 4 minutos de descuentos, una carga por la izquierda del ataque rojo, terminó en un centro de Monje, que el "cacique" Medina pivoteó, de cabeza, a Órdenes, quién, frente a una débil marca de Waldo Ponce, saca un zurdazo arrastrado al segundo palo de Toselli, que termina en las redes cruzadas.

Algarabía de los parciales de Unión Española, que en quince días ganaron a Colo Colo y a Universidad Católica. Desazón de los hinchas universitarios, que ya empezaron a pedir la cabeza del Fantasma...

Es sólo un partido...

1 comentario:

Carlos Correa Acuña dijo...

Justo ganador, nada que decir!!!

Bienvenidos

Todas las ideas, opiniones, comentarios sobre los temas aquí tratados son bienvenidos...