Una semana que destacó a personas en situaciones disímiles,
cada una con sus características.
Empezó Felipe Kast siendo, según sus declaraciones, golpeado
y arrestado por la policía cubana, mientras participaba en un desfile de
protesta contra el gobierno cubano.
Cabría preguntarse qué diría este dirigente de Evópoli, si
se comprobara que, a una marcha de la CONFECH, por ponerla como ejemplo,
asistieron turistas cubanos. Lo más probable es que alegaría, a voz en cuello,
por qué vienen a meterse en nuestros problemas internos. O sea, justamente, lo
que él hizo en la nación caribeña.
Sin considerar ese anhelo de la derecha chilena, de tener
problemas de derechos humanos, como aquellos con los cuales hacen gárgaras
todos los militantes de partidos izquierdistas, al decir del partido del cual Kast
renunció y de sus aliados. Hasta el momento, los problemas de DD.HH. alcanzan
desde la izquierda hasta la Democracia Cristiana. Los militantes de derecha pueden
mirar y escuchar, pero no tienen vivencias propias al respecto y esto les ha significado,
a su entender, un menoscabo frente a la propaganda de izquierda. Ta vez por
eso, buscó que lo detuvieran…
A mitad de la semana, en un evento organizado por una
asociación de empresarios, Piñera parafraseó a Winston Churchill, respecto a la
cita con que el estadista británico se refirió a los pilotos de la RAF, cuando defendían
la isla de los ataques de la Luftwaffe, durante la Segunda Guerra Mundial.
O sea, para referirse a la situación chilena, utilizó una
cita que tiene más de 70 años y dicha en una situación extrema de conflicto
bélico. Cabe preguntarse si la
motivación del ex presidente fue para mostrar los conocimientos que maneja de
la historia universal o, por el contrario, trató de parecer original, apostando
a que, a esta altura, quienes pudieron escuchar o leer en la prensa de la
época, dicha frase han muertos o están muy ancianos, como para hacer notar que,
de original, no tenía nada… Una tercera alternativa es que Piñera considere que la
situación política chilena, en estos momentos, tiene mucha similitud, con la
situación que vivía el Reino Unido: ambos países destruidos.
Terminando la semana, la opinión pública escuchó con estupor
e incredulidad, el diálogo que sostuvieron Ezzati y Errázuriz, respecto a
problemas contingentes de la Iglesia de la cual, ellos son príncipes.
Dos aspectos resaltan de esta noticia. El primero de ellos
es sobre la privacidad a la cual todos los ciudadanos tenemos derecho, respecto
de nuestra correspondencia. Si correos que circulan diariamente por el ciberespacio,
pueden llegar a ser capturados como fue en este caso, el mecanismo de los mail
como vehículo de comunicación, pierde todo sentido. Sin duda que es necesario
un límite, dentro del cual podamos sentirnos seguros.
El otro aspecto, es el contenido de lo conversado. Es dable
esperar más caridad para referirse a terceros, en personas que han dedicado su
vida para seguir las enseñanzas del Nazareno que vivió hace 2.000 años y que
dijo, entre muchas otras cosas, amar al prójimo como a uno mismo y quien esté
limpio de pecado, tire la primera piedra...
Como para ir dando calor a las vísperas del dieciocho…
No hay comentarios:
Publicar un comentario