sábado, 25 de junio de 2016

Fuera de la Comunidad

Preocupante, dentro del Brexit, es quienes se han adueñado del triunfo político de este referéndum. Aparece como líder emergente, el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, conservador entre los conservadores y eventual sucesor de Cameron. También Donald Trump hizo exultantes declaraciones, aplaudiendo este resultado. O sea, la ultraderecha anglosajona, aplaude como triunfadora, la salida del UK, de la comunidad europea..

Al riesgo del efecto dominó, también se le puede asociar la presencia de la ultraderecha europea. Sin haber hecho mucho al respecto, esta fuerza política puede reaparecer o abrirse pasos en otros países, que también empiecen a solicitar plebiscito con el mismo objetivo. Sin duda, que en el futuro inmediato, veremos a Le Pen y sus adeptos, pidiendo lo mismo en Francia o sus correligionarios, en los Países Bajos o hasta en Alemania.

Resulta inevitable asociar estos hechos, con el fascismo. Aunque no se trata que ellos encabecen esta lucha. Pero, es posible que , de repetirse este proceso eleccionario, y tener resultados similares, puedan aprovechar la coyuntura para escalar en la lucha al poder, más allá de lo que su fuerza electoral les permita. Incluso, si estos referéndum no se repiten, la sola lucha por pedirlos, atravesará distintos países europeos y es la única fuerza política que aparece, en todos ellos, con la misma posición.

Así que, con toda seguridad, empezaremos  a escuchar a hablar de nacionalismo, tal como debe haberles ocurrido a nuestros abuelos a fines de la década de los 20, provenientes desde Alemania. También mensajes en contra de la inmigración, rechazo a las minorías y a considerar la globalización, como el mal del siglo XXI. Aparecerán slogans, que terminan por asumirse a fuerza de repetirlos, pero sin contenidos. Alejados de la razón, pero fáciles de digerir. Veremos líderes de hablar agresivo, sin plantearse la veracidad de su discurso, pero con palabras simples.

Sin duda que, la socialdemocracia europea y la democracia cristiana, tienen una gran responsabilidad histórica y un gran desafío por delante: detener el avance de la ultraderecha, convenciendo a sus electores que, el desarrollo de los países, pasa por el crecimiento solidario.

1 comentario:

Carlos Correa Acuña dijo...

Muy buen comentario! Lo comparto!

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